Casos en los que se puede usar el oxímetro de pulso, que incluyen:
- Evaluar qué tan bien está funcionando un nuevo medicamento pulmonar
- Evaluar si se necesita ayuda para respirar
- Evaluar qué tanto se necesita un ventilador
- Controlar los niveles de oxígeno durante o después de procedimientos quirúrgicos que requieren sedación
- Determinar qué tan efectiva es la terapia de oxígeno suplementario, especialmente cuando el tratamiento es nuevo
- Evaluar la capacidad de una persona para tolerar una mayor actividad física
- Evaluar si alguien deja de respirar momentáneamente mientras duerme, como en los casos de apnea del sueño, durante un estudio del sueño
¿Cómo funciona?
Se coloca la abertura del oxímetro en un dedo de la mano, el lóbulo de la oreja o el dedo del pie. Pequeños haces de luz atraviesan la sangre del dedo y calibran la cantidad de oxígeno al medir los cambios de absorción de luz en sangre, oxigenada o desoxigenada.
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